domingo, 5 de febrero de 2017

El contexto español del siglo XIX

Cuando España entró en el siglo XIX, seguía siendo una sociedad estática. La población, la riqueza y el trabajo estaban concentrados en el sector primario o agrario. Tres cuartas partes de la población vivía en el campo. El país había experimentado un notable aumento de población, pero la producción agrícola no había crecido al mismo ritmo que la población. El desarrollo industrial era insuficiente para absorber el excedente de población. No se había formado una clase media fuerte que pudiera mantener el equilibrio entre los conservadores reaccionarios y los liberales extremistas. Este papel de árbitro habría de recaer en el ejército.
Las reformas del rey Carlos III (1759-1788), el representante más genuino del despotismo ilustrado español, habían sembrado la semilla del cambio político-social. La ideología progresista de finales del XVIII sentaría los cimientos del liberalismo. La propaganda del ejército invasor napoleónico también contribuyó a este fin. La Constitución liberal de Cádiz (1812) alentaría los movimientos liberales durante décadas, aunque no llegó nunca a triunfar del todo: la historia del siglo XIX-XX es la historia de su fracaso político.
«La invasión napoleónica galvanizó la conciencia nacional y desembocó en uno de sus momentos más admirables: el levantamiento del dos de mayo de 1808, que hizo estallar un vasto movimiento de liberación. Pero el éxito de este entusiasmo colectivo, respaldado por las victorias de Wellington, no ocasionó ningún cambio inmediato en las instituciones ni en los grupos de poder. Lo único que se consiguió con esta lucha antifrancesa fue intensificar la adhesión de las masas hacia las llamadas tradiciones castizas del catolicismo, el nacionalismo y el acatamiento del arbitrario poder de la monarquía que les unía al pasado imperial de España. El regreso de Fernando VII en 1814 de un exilio ignominioso fue saludado con gritos de “¡Vivan las cadenas!”, y abrió un período de negra reacción que envió al exilio sucesivas oleadas de liberales hasta la muerte del rey en 1833.» (Shaw, Donald L.: Historia de la literatura española. El siglo XIX. Barcelona: Ariel, 81983, p. 16)
Cuando los diplomáticos españoles asistieron al Congreso de Viena en 1814, representaban un estado victorioso, pero una nación arruinada y dividida. La profunda crisis de España había minado profundamente el imperio español en América, porque muchas de las colonias americanas reclamaban su independencia en las primeras décadas del siglo XIX.
La historia del resto del siglo XIX estaba dominada por el dilema dinástico producido por la muerte sin heredero varón de Fernando VII. La hija subió al trono como Isabel II, pero su tío, el legendario Don Carlos, se opuso, dando lugar a la primera de las Guerras carlistas, que afectaron principalmente a Navarra, el País Vasco y El Maestrazgo, la región que se extiende entre Castellón, Tarragona y Teruel.
«De la consideración de la historia del siglo XIX español se infiere que cualquier cambio político, sin el correspondiente progreso social y económico, está destinado al fracaso. Tres importantes factores obstaculizaron este progreso. Uno fue la actitud egoísta y reaccionaria de los grupos en el poder –el trono, la Iglesia, el ejército y la oligarquía–, expresada en los programas de sus políticos; otro fue el extremismo doctrinario y la ineficacia manifiesta de sus oponentes de la izquierda cuando ocuparon el poder; el tercero y más importante de todos fue la pobreza básica de recursos materiales de España, que impidió el arraigo del progreso material. La perduración de estos impedimentos es el legado más importante del siglo XIX a la España posterior.» (Shaw, Donald L., o. cit., p. 22)
Fuente: http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Siglo%20XIX/Panorama%20pol%C3%ADtico%20del%20siglo%20XIX.htm.

1 comentario:

  1. Este y los dos anteriores son aportes muy pertinentes y bien sustentados. Por favor extraer de ello los elementos más importantes para tenerlos como referencia comparativa con lo que encontrarán en su investigación en el siglo XX.

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