domingo, 5 de febrero de 2017

Arquitectura y espacio urbano de Madrid en el siglo XIX


Por último, este documento manifiesta de manera extensa cómo se desarrolló la arquitectura y la urbanidad en la España del siglo XIX, específicamente Madrid:

"El Museo de Historia y la Fundación COAM vienen ofreciendo, desde hace ya cuatro años, este relevante ciclo de conferencias, que analiza los cambios en el paisaje urbano de la capital durante los últimos siglos. En esta ocasión, la lúcida visión de los autores nos permite aproximarnos a la villa decimonónica, de la que el Madrid contemporáneo es heredero. Espero que la lectura de este riguroso volumen, y de cada una de las conferencias que contiene, les permita tener una mirada nueva sobre nuestra ciudad y sobre las transformaciones que ha sufrido, hasta convertirse en la gran urbe que hoy conocemos."

Tratado de urbanidad por Esteban Paluzíe

La urbanidad se relaciona principalmente con el correcto uso de las normas, es decir, las ideas de ciudad y de progreso estaban vinculadas con un adecuado comportamiento. 
Aquí se presenta un simpático ejemplo con un texto dirigido a los niños y jóvenes:

LA DEFINICIÓN DE LOS MODELOS DE CONDUCTA BURGUESA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX

En este link se puede ubicar un interesante texto que pone de manifiesto la relación  que existe entre la urbanidad y la literatura de la España del siglo XIX:


El contexto español del siglo XIX

Cuando España entró en el siglo XIX, seguía siendo una sociedad estática. La población, la riqueza y el trabajo estaban concentrados en el sector primario o agrario. Tres cuartas partes de la población vivía en el campo. El país había experimentado un notable aumento de población, pero la producción agrícola no había crecido al mismo ritmo que la población. El desarrollo industrial era insuficiente para absorber el excedente de población. No se había formado una clase media fuerte que pudiera mantener el equilibrio entre los conservadores reaccionarios y los liberales extremistas. Este papel de árbitro habría de recaer en el ejército.
Las reformas del rey Carlos III (1759-1788), el representante más genuino del despotismo ilustrado español, habían sembrado la semilla del cambio político-social. La ideología progresista de finales del XVIII sentaría los cimientos del liberalismo. La propaganda del ejército invasor napoleónico también contribuyó a este fin. La Constitución liberal de Cádiz (1812) alentaría los movimientos liberales durante décadas, aunque no llegó nunca a triunfar del todo: la historia del siglo XIX-XX es la historia de su fracaso político.
«La invasión napoleónica galvanizó la conciencia nacional y desembocó en uno de sus momentos más admirables: el levantamiento del dos de mayo de 1808, que hizo estallar un vasto movimiento de liberación. Pero el éxito de este entusiasmo colectivo, respaldado por las victorias de Wellington, no ocasionó ningún cambio inmediato en las instituciones ni en los grupos de poder. Lo único que se consiguió con esta lucha antifrancesa fue intensificar la adhesión de las masas hacia las llamadas tradiciones castizas del catolicismo, el nacionalismo y el acatamiento del arbitrario poder de la monarquía que les unía al pasado imperial de España. El regreso de Fernando VII en 1814 de un exilio ignominioso fue saludado con gritos de “¡Vivan las cadenas!”, y abrió un período de negra reacción que envió al exilio sucesivas oleadas de liberales hasta la muerte del rey en 1833.» (Shaw, Donald L.: Historia de la literatura española. El siglo XIX. Barcelona: Ariel, 81983, p. 16)
Cuando los diplomáticos españoles asistieron al Congreso de Viena en 1814, representaban un estado victorioso, pero una nación arruinada y dividida. La profunda crisis de España había minado profundamente el imperio español en América, porque muchas de las colonias americanas reclamaban su independencia en las primeras décadas del siglo XIX.
La historia del resto del siglo XIX estaba dominada por el dilema dinástico producido por la muerte sin heredero varón de Fernando VII. La hija subió al trono como Isabel II, pero su tío, el legendario Don Carlos, se opuso, dando lugar a la primera de las Guerras carlistas, que afectaron principalmente a Navarra, el País Vasco y El Maestrazgo, la región que se extiende entre Castellón, Tarragona y Teruel.
«De la consideración de la historia del siglo XIX español se infiere que cualquier cambio político, sin el correspondiente progreso social y económico, está destinado al fracaso. Tres importantes factores obstaculizaron este progreso. Uno fue la actitud egoísta y reaccionaria de los grupos en el poder –el trono, la Iglesia, el ejército y la oligarquía–, expresada en los programas de sus políticos; otro fue el extremismo doctrinario y la ineficacia manifiesta de sus oponentes de la izquierda cuando ocuparon el poder; el tercero y más importante de todos fue la pobreza básica de recursos materiales de España, que impidió el arraigo del progreso material. La perduración de estos impedimentos es el legado más importante del siglo XIX a la España posterior.» (Shaw, Donald L., o. cit., p. 22)
Fuente: http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Siglo%20XIX/Panorama%20pol%C3%ADtico%20del%20siglo%20XIX.htm.

LA URBANIDAD LITERARIA

En el apartado "Puntualizaciones previas e Introducción", se explica cómo se refleja la urbanidad en la literatura bajo el foco del naturalismo.

Fuente: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/27335/1/ALE_24.pdf.

EL SIGLO XIX. EL REALISMO Y EL NATURALISMO CONTEXTO: LA SOCIEDAD, LAS IDEAS Y LA CIENCIA.

A partir de 1850 las formas de vida y la mentalidad dominantes en Europa durante la primera mitad del siglo (el Romanticismo) van desapareciendo y sustituyéndose por otras. Algunos de los factores que intervienen en este cambio son:

LA SOCIEDAD: - la burguesía se consolida como clase dominante y deriva hacia posiciones conservadoras; esta clase social manifiesta un gran apego a la realidad y un fuerte espíritu práctico; - las masas obreras (el proletariado), en continuo crecimiento, luchan para mejorar unas condiciones de vida extremadamente duras;

x IDEOLOGÍA: - dentro del liberalismo se distingue entre un liberalismo moderado (burguesía acomodada) y otro progresista; - en el proletariado prenden las doctrinas revolucionarias: socialismo, comunismo, anarquismo (Marx publica el Manifiesto comunista en 1848).

x FILOSOFÍA: - auge del Positivismo: esta línea de pensamiento se opone al idealismo romántico; sólo admite como verdadero aquello que puede descubrirse mediante la observación rigurosa y la experimentación; - nacen la Sociología y la Psicología científica.

x CIENCIA: - nuevo método experimental (Claude Bernard) - teorías sobre la herencia biológica (Mendel) - teorías sobre la evolución de las especies (Darwin).

sábado, 4 de febrero de 2017

Vanguardia Española: Ramón Gómez de la Serna

Se le considera la gran figura de la vanguardia en España. Nació en Madrid, hijo de un ilustre jurista, y estudió Derecho, pero desde muy temprano se sintió atraído por el periodismo. Siempre se manifestó como un iconoclasta con respecto a las artes y tendencias culturales y se mostró como un vanguardista de las vanguardias. Su obra se caracteriza por su arrolladora personalidad, hasta tal punto que creó un estilo conocido como el ramonismo, sinónimo de independencia, esteticismo y provocación. Es autor de más de cien libros de diferentes géneros, como novela, ensayo, cuento, teatro o artículo periodístico.
En 1915 Gómez de la Serna fundó la Tertulia sabatina del Café y Botillería de Pombo . El Café de Pombo, cerca de la Puerta del Sol, fue así uno de los sitios más célebres y concurridos del Madrid literario de la época. Era su hogar literario, donde podía exponer libremente sus teorías vanguardistas. Allí se daban cita Picasso, Pío Baroja, Azorín, Marañón y un largo etcétera de personalidades.
Se convierte también en el primer escritor radiofónico de España cuando, en 1930, la emisora Unión Radio instala un micrófono en su despacho, gracias al cual se dirigirá cada noche a sus oyentes.
Ideológicamente, Gómez de la Serna, que había profesado ideas libertarias en su juventud, se declaraba “al margen del honor y de la moral burguesa”. El estallido de la guerra civil le sorprendió en Madrid y figura en la lista de fundadores de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, pero durante la contienda terminará decantándose por el bando franquista. Su casa madrileña fue saqueada, desapareciendo todas sus pertenencias. En agosto de 1936, el escritor decide viajar a Buenos Aires, junto con su compañera Luisa Sofovich, escritora argentina hija de padres rusos
De su numerosa bibliografía, las obras más importantes son: "El Incongruente", "El Gran Hotel", "La Hiperestésica", "El Torero de Caracho". En "Los Muertos, las Muertas y otras Fantasmagorías" se recopilan consideraciones, construidas enteramente alrededor del tema de la muerte, ilustradas por toda una antología de epitafios. Hay que mencionar además: "Ramonismo", "Elucidario de Madrid", "La Nardo", "Policéfalo y señora", "Los medios seres" (obra de teatro), "Las escaleras", "¡Rebeca!", "El Cólera Azul", "Ismos", "Nuevos Retratos Contemporáneos", "Trampantojos" y su autobiografía "Automoribundia". Tiene también estudios sobre pintores, como Velázquez, El Greco, Juan Griss o Goya, y biografías de escritores (Quevedo, Lope, Valle-Inclán, Poe).
A Ramón Gómez de la Serna no se le puede incluir dentro de ningún movimiento concreto sino que toma rasgos del cubismo, del futurismo, del dadaísmo y del surrealismo. Su pensamiento artístico parte de la idea de que el mundo es un absurdo que sólo puede describirse en términos de humor, en muchas ocasiones con un toque de amargura. Veamos algunos caracteres que definen el ramonismo :
- Comparte con los movimientos de vanguardia la antipatía por la interpretación tradicional de la realidad; por tanto, en su obra adivinamos constantemente el deseo de romper con el arte anterior.
- Observa la realidad desde puntos de vista no habituales; de esa forma trata de provocar sorpresa.
- Elimina de sus obras el sentimentalismo a través del humor y la exaltación de aspectos divertidos de la vida.
- Mucho antes de que apareciera el surrealismo, practica el irracionalismo poético (asociación insólita de intuiciones, metáforas “delirantes”, etc.)
La principal aportación de Gómez de la Serna es la greguería, un género literario nuevo (empieza a utilizarlo hacia 1910) al que el autor definió con una igualdad matemática: Greguería=Humor+Metáfora. Se trata de apuntes breves que encierran una pirueta conceptual o una metáfora insólita.
Ricardo Senabre las ha clasificado en cuatro grupos:
•  Basadas en una falsa etimología: “Bisabuelo parece querer decir una pareja de abuelos”
•  Basadas en una paronomasia: “Cuando contamos por lustros nuestra edad es que queremos dar lustre a nuestros años"
•  Basadas en la parodia de frases hechas: “¿De cuerpo presente? No. De cuerpo pretérito”
•  Basadas en una dilogía: “El defecto de las enciclopedias es que padecen apendicitis”.
 Las resonancias de los movimientos europeos de vanguardia llegaron a España de manera dispersa, durante la segunda década del siglo, sobre todo a través de la labor divulgadora de Ramón Gómez de la Serna, quien desde revistas y tertulias actuó de embajador de las nuevas ideas estéticas. Conviene señalar algunos rasgos propios de la vanguardia española que la diferencian de la europea. Uno de ellos es la actitud menos radical y doctrinaria de los movimientos españoles, lo cual repercutió positivamente en la calidad de las producciones hispánicas. También se aprecia la influencia selectiva de las vanguardias, pues los españoles supieron escoger bien lo realmente valioso que aportaban las vanguardias en cuanto a renovación de la literatura. Por último, los españoles no renegaron del pasado ni de sus manifestaciones artísticas, sino que conciliaron la innovación propia de la vanguardia con la tradición anterior. Las corrientes europeas sufrirán una reelaboración hispánica, por lo que recibiran otros nombres (Creacionismo, Ultraísmo)


Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: Ultraísmo y Creacionismo

Ultraísmo
Aparece en España en la década de los veinte y es un reflejo en nuestro país del futurismo y del dadaísmo, pero también de la labor vanguardista de Ramón Gómez de la Serna. Sus rasgos característicos son:
- Integración de diferentes artes.
- Sustitución de los signos de puntuación por signos matemáticos.
- Exaltación de las máquinas y del mundo moderno.
- Ruptura de la disposición tipográfica tradicional.
- Renovación de la metáfora (El poema debe ser una sucesión de metáforas, se debe eliminar de la metáfora todo lo sentimental o anecdótico y la metáfora debe relacionar elementos nunca conectados en la realidad).

- Influencia del cubismo, del futurismo y del dadaísmo.

- Eliminación de la rima.

- Búsqueda de neologismos, tecnicismos y esdrújulas llamativas.

- Imágenes y metáforas ilógicas.

- Tendencia a establecer una fusión de lo plástico y lo poético.



El movimiento ultraísta ha dejado una producción literaria, aunque escasa, de considerable valor, en varias obras de sus principales creadores: Helices (1923), de G. de Torre; El ala del sur (1926), de P. Garfias; Espejos (1921), de J. Chabás; Poemas póstumos (1924), de J. de Ciria y Escalante, etc.
Creacionismo
Se inició en París a cargo del poeta chileno Vicente Huidobro y el francés Pierre Reverdy. En 1918 Huidobro lo dio a conocer en España. Su principal divisa es “hacer un arte que no imite ni traduzca la realidad” (Huidobro), “crear lo que nunca veremos” (G. Diego), es decir, romper con la realidad visible para crear una nueva realidad que tenga sentido por sí misma. Pueden destacarse los siguientes recursos en este movimiento:
-  Total libertad en la elaboración de imágenes.
-  Desconexión de los referentes racionales.
-  Supresión de puntuación, escritura ideográfica, distintos tipos de letra en un poema.
-  Presencia de motivos modernos como el maquinismo y la velocidad.

Obras destacadas dentro del creacionismo son Altazor , de V. Huidobro, Versión celeste , de Juan Larrea e Imagen y Manual de espumas , de G. Diego.


Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: España

España está en consonancia con el resto de Europa en cuanto a la incorporación de los ismos a las letras, siendo el pionero e impulsor Ramón Gómez de la Serna. Según han reconocido diferentes investigadores, por primera vez desde el siglo XVIII, España participó con voz propia e inconfundible en las corrientes intelectuales europeas del momento.
En el ambiente literario de la época, proliferan las tertulias y revistas donde el vanguardismo halla acogida o comentario. Entre las tertulias son famosas las del Café de Pombo , presidida por Gómez de la Serna, o la del Café Colonial , en torno a Cansino-Assens. De las muchas revistas que surgieron, en general efímeras, destacan dos: la Revista de Occidente (fundada por Ortega y Gasset en 1923) y La Gaceta Literaria (fundada, en 1927, por Giménez Caballero y Guillermo de Torre).
Las primeras vanguardias llegaron a España hacia 1918. La palabra “Vanguardias” alternó también con "Ismos", que Ramón Gómez de la Serna ya había utilizado. Otro apelativo generalizado entonces fue el de "arte nuevo".
Existen, en líneas generales, cuatro etapas en el desarrollo del vanguardismo español:
1.- 1908-1918: Primeras manifestaciones. Destaca la figura de Ramón Gómez de Serna, quien, en 1909, publica su ensayo-manifiesto El concepto de la nueva literatura .
2.- 1918-1925: Periodo de plenitud de la vanguardia. Nace el ultraísmo, con figuras como Cansinos-Assens o Guillermo de Torre, y el creacionismo, con Huidobro y Gerardo Diego.
3.- 1925-1930: La gran tendencia artística es el surrealismo, que supone una vuelta a las preocupaciones humanas y, por tanto, el principio del fin de la vanguardia.
4.- 1930-1936: Los movimientos de vanguardia van desapareciendo, ante el peso de urgencias históricas y sociales. La literatura se politiza, se llena de contenidos sociales, de denuncia, y eso no tiene cabida en la vanguardia. El arte ya no se quiere minoritario sino dirigido a la “inmensa mayoría” y con un claro espíritu utilitario.

Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

viernes, 3 de febrero de 2017

Vanguardia: Expresionismo

Sus representantes prefirieron hablar de "postura vital" que de una corriente entendida como tal. Se identificó con anti-conformismo y sus exponentes fueron vistos como iconoclastas. El movimiento tendría sus momentos estelares durante la segunda década del siglo e inicios de la tercera.
Basándose en la intuición, depura, intensifica e interpreta la realidad, pero nunca se aparta totalmente de ella. Es irracionalista. Entre sus rasgos fundamentales se halla lo que se ha dado en llamar la "poética del grito", de la que habla el crítico Armando Plebe: "entendida como un abrir los ojos de par en par a los aspectos más alarmantes de la realidad […], parece exigir del artista una expresión angustiada y angustiosa, un grito de alarma".
Se niega a captar la realidad a través de las huidizas impresiones del momento, estableciendo jerarquías y una "estilización que deriva en deformación", como señaló Gasch. Los expresionistas utilizaron la caricatura, el guiñol, la máscara y aquellas deformaciones y trazos desgarrados que "expresaran" en sí mismos, desdeñando la armonía impuesta por el impresionismo y convirtiéndose en un arte crítico en su búsqueda de nuevas manifestaciones.
Para todo ello la literatura expresionista se sirvió de recursos como el "flujo de conciencia" (que lo caracterizó en buena medida), el uso de lenguaje desgarrado, la muerte, la violencia y la crueldad, personajes abstractos o genéricos, narraciones fragmentadas, la crítica a la burguesía y la presencia de lo grotesco como medio de representar la naturaleza humana.
Fue Valle-Inclán el español más destacado entre los autores que se acercaron al expresionismo, pese a su fama de ser un escritor individualista. Un análisis de las obras que se engloban dentro de su teoría del esperpento pone de manifiesto un número de coincidencias con la técnica expresionista. La citada "poética del grito" tiene su eco en la obra de Valle-Inclán, y muy especialmente en Tirano Banderas (1926).

Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: Surrealismo

Como movimiento artístico nace en Francia en torno a 1920. Su creador fue André Bretón y en torno a él se formó un grupo de artistas que residieron en París y siguieron los dictados de la teoría surrealista: Louis Aragon, Juan Larrea, Luis Buñuel y Salvador Dalí, entre otros.
El surrealismo no pretendió ser solo una opción artística sino que quiso promover la revolución integral, la liberación total del hombre: pretendió transformar la vida. Esa liberación se centra fundamentalmente en dos áreas de la personalidad y de la vida. Por un lado buscan liberar al ser humano de sus propias represiones. En este aspecto, entroncan con la teoría del psicoanálisis de Freud. Pero también pretendieron una liberación de la represión que sobre el hombre ejerce la sociedad burguesa y su modelo de estado. En esta tendencia, el surrealismo se relaciona con el marxismo.
Para conseguir esa finalidad de liberar al ser humano de las represiones personales y sociales, los surrealistas se valieron de técnicas concretas, buscando libertad de creación y olvidando la razón:
•  Escritura automática o ensamblaje fortuito de palabras
•  Reseña de sueños
•  Liberación del lenguaje mediante metáforas
Con ello los surrealistas buscaron llamar la atención no de la razón del lector, sino de su inconsciente. Pretendieron provocar acciones, no ser entendidos. Debe considerarse como un movimiento que rehumaniza el arte deshumanizado de las vanguardias, es la última vanguardia, la más resaltante, que cierra un periodo y supone la vuelta a temas existenciales, religiosos y sociales.
Rasgos principales:
•  Pretende acceder a la esencia última de la realidad, adentrándose en los campos profundos del pensamiento y dejándolo libre de toda sujeción racional, al margen de toda preocupación estética o moral.
•  Esta nueva apreciación de la realidad lleva a un universo nuevo, el del subconsciente, donde aquélla se manifiesta en su totalidad, y que es tan importante o más que la vigilia. Esto permite hablar de una "poética del sueño", dominada por la irracionalidad y las técnicas de libre asociación.
•  Otra de las bases es la "escritura automática", que es la resultante del poder productivo de las frases que brotan de la mente al aproximarse al sueño. Tiene como base el azar al cual se abandona el poeta, permitiendo que aparezcan libremente ideas, asociaciones y palabras.
•  En consonancia con el rechazo de una visión informativa o descriptiva de la realidad, surge el concepto de lo merveilleux. En el Manifiesto queda patente: "Digámoslo claramente: lo maravilloso es siempre bello (...) e incluso debemos decir que solamente lo maravilloso es bello”. Esto tendrá después importancia a la hora de formular poéticas como la del "realismo mágico" (concepto aparecido en esos años), o la de "lo real-maravilloso" (elaborada por Carpentier en los años 40), que tienen una evidente deuda contraída con el mundo de las vanguardias, y en especial con el surrealismo.
•  Una consecuencia de lo anterior será el interés manifestado por los mitos, entendidos como símbolos. Para Breton, el surrealista es "un portador de llaves" y, por tanto, los mitos conectan lo real y lo suprarreal. Es el paso del subconsciente individual al colectivo. A partir de aquí se entiende el interés por el folklore, las leyendas y otras formas de creación colectiva.
•  Otros recursos destacados serían el uso de imágenes perturbadoras, la presencia de profecías, los sueños, el humor negro y la crueldad (como vías contrarias al sentimentalismo), el satanismo y la alusión a objetos surrealistas.

Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: Dadaísmo

Tiene su origen en Zurich en 1916, durante la Gran Guerra, cuando un grupo de artistas, entre los que se encontraban Hugo Ball, Hans Arp o Richard Huelsenbeck, y a los que después se uniría el poeta rumano Tristan Tzara, iniciaron una serie de sesiones en un bar rebautizado Cabaret Voltaire, con la intención de lanzar, en palabras de Ball, "los más estridentes panfletos […] y para rociar adecuadamente con lejía y burla la hipocresía dominante".
Dadá pretendía ser diferente, no conformar un movimiento más. Los dadaístas querían acabar con el arte, bueno o malo, y con la noción misma de literatura. Representaron la negación absoluta. De ahí que su nihilismo acabara en un callejón sin salida. Tzara explicó tardíamente, en 1950, que para comprender muchos de los supuestos del dadaísmo había que imaginarse la situación de unos jóvenes "prisioneros en Suiza" en 1914 y dominados por el rechazo hacia toda forma de civilización moderna, incluido el lenguaje.
El mismo nombre no significaba nada: "Encontré la palabra dadá en el diccionario", diría Tzara, en una de varias versiones. De esa primera explicación surgió uno de los puntos básicos del dadaísmo: el azar contra la lógica y como elemento creativo.
Se iniciaba así una protesta poética y artística contra todo. A partir de ahí surgirían los famosos happennings, y la no menos famosa revista Dadá, dirigida por Tzara, quien acabaría convirtiéndose en el líder del grupo. El Manifiesto Dadá no apareció hasta 1918, momento en el que Tzara entró en contacto con Breton, Aragon, Eluard y Picabia. La categorización de Tzara fue en estos términos: "Protesta con los puños de nuestro ser: Dadá: Abolición de la lógica, danza de los impotentes para crear: Dadá: Chillidos de los colores crispados, entrelazamiento de las contradicciones grotescas y de las inconsecuencias: La Vida" .
De Dadá surgirían elementos utilizados después por los surrealistas, como el gusto por la sorpresa y el escándalo (insultos, violencia, agresión, histrionismo, humor) y el afán experimental, que a su vez procedía del futurismo (Tzara dijo que "el futurismo había muerto de Dadá").
Se ha señalado que este movimiento contenía más actividades que obras, y que éstas formaban parte del espectáculo. A ello se añade toda suerte de recursos tipográficos y caligráficos, mezcla de tintas, etc.


Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: Cubismo

Surgió en torno al año 1907 con pintores como Picasso o Braque. El cubismo literario apareció unos años más tarde y su máximo representante sería Apollinaire. Como rasgos característicos:
•  Descomposición de la realidad y su observación desde diferentes perspectivas.
•  Integración de diferentes artes. Esto explicará el género literario del caligrama (pintura + literatura) y el pictórico del collage (pintura + escultura + literatura).
•  Pretensión de crear obras con vida propia, independientemente de su parecido con la realidad.
•  Eliminación de lo anecdótico y descriptivo.
•  Fragmentarismo. El poema se suele convertir en una sucesión de emociones, ideas, anotaciones, etc.
•  Espontaneidad. Se niega la elaboración formal posterior de la obra de arte. Se busca lo ilógico.
•  Se huye del intelectualismo.
•  Los temas tratados serán los propios del mundo del momento, sus aspectos positivos y negativos. El poeta se ocupará de aquello que hiera su sensibilidad.
El paso del cubismo plástico al literario se dio con autores como Max Jacob, André Salmon, Cendrars, Maurice Raynal o Gertrude Stein, gente cercana a los pintores cubistas, también a través de revistas como Sic, L'Élan , Nord-Sud y Littérature. Sin embargo, el artífice fue Apollinaire, descubridor de Picasso, quien sistematizó los principales rasgos del cubismo literario.
Junto con los caligramas de Apollinaire, destacan los juegos verbales de Jacob, los poemas innovadores de Cendrars y los versos y aforismos de Reverdy. A partir de 1920, la presencia de Paul Éluard, Benjamin Péret, Antonin Artaud, Robert Desnos, Valery Larbaud y otros autores que luego destacarían en el surrealismo, añade savia nueva a este movimiento.


Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.

Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: Futurismo

Puede considerarse uno de los primeros. Comenzó en 1909, año en que su fundador Marinetti publicó en París el primer manifiesto definiendo el movimiento. Destacan los siguientes rasgos:
-Temas: velocidad, riesgo, peligro, lo moderno, máquinas, violencia, deportes, guerra, militarismo, etc.
-Reformas literarias:
•  Destrucción absoluta de la sintaxis.
•  Sustitución de signos de puntuación por signos matemáticos y musicales.
•  Supresión del YO.
•  Primacía de la imaginación sin ataduras.
•  Alteración y juego con la tipografía.
-Espíritu:
•  Odio a la inteligencia a favor de la intuición.
•  Ruptura con lo pasado.
•  Espíritu iconoclasta. Ruptura con convenciones culturales.
•  Optimismo y vitalidad.
Se apreció su talante dinámico y su rebelión frente a los academicismos; sus llamadas al riesgo ("queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad"), en la línea de posteriores proclamas de Mussolini; su sentido de la modernidad, como defensa de la velocidad y del maquinismo; su visión de horizontes e infinitos; su defensa de lo intuitivo, de la invención; la utilización del humor; sus ataques, en fin, a la moralidad imperante "y a todas las cobardías”.

Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.

Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: principales movimientos en Europa

Los movimientos de vanguardia fueron fundamentalmente europeos y buena parte de ellos tuvo raíz francesa, en la medida en que sus pautas se marcaron desde París. Pese a ello, conviene recordar la existencia de otros grupos que tuvieron su fundación en otros lugares, como el expresionismo, adscrito a Alemania, del dadaísmo del Zurich, del rayonismo ruso (síntesis de cubismo, futurismo y orfismo), del imaginismo inglés (también llamado vorticismo, que desarrolla Ezra Pound sobre la base de nuevos ritmos e imágenes bien definidas), sin olvidar otros movimientos más exóticos, como el estridentismo mexicano o el vibracionismo, variante futurista que desarrolló el uruguayo Barradas en Barcelona.

A esto podríamos añadir otros “ismos”, siguiendo a Guillermo de Torre: superrealismo, purismo, constructivismo, neoplasticismo, abstractivismo, babelismo, cenitismo, simultaneísmo, primitivismo, panlirismo , etc.

En este video se explica de manera resumida la propuesta de cada movimiento:





El común denominador de las vanguardias fue:

  • Afán revolucionario por acabar con la tradición estética de corte naturalista, creando un arte completamente inédito.
  • Completa y absoluta libertad en el terreno de la forma y –paradójicamente a las circunstancias históricas del momento– un despreocupado optimismo.
  • Al principio surgió como arte de minorías, separado del gusto popular, pero progresivamente se ha ido integrando en el actual arte de masas.
  • Perpetuo cuestionamiento de las bases estéticas y experimentación continua de nuevas formas, más adaptadas a la expresión de las nuevas experiencias, anticipándose al espíritu de su propio tiempo, en contraste con las ideas y gustos tradicionalmente establecidos.
  • Exploración de nuevas formas estéticas.
  • Algunos se distinguieron por lo que se ha llamado “irracionalismo poético”, caracterizado por la novedad y la audacia de imágenes.
Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.

Vanguardia: Contexto

El cansancio de las tendencias del siglo XIX, especialmente el realismo, provocó en artistas y escritores un deseo de ruptura con el pasado. Pero la fractura que provocaron los movimientos de vanguardia con respecto al arte anterior estaba ligada a cambios políticos y sociales producidos con la llegada del siglo XX. Entonces una nueva concepción del mundo comenzó a gestarse.
Los puntales de lo que había sido la ideología positivista (libre comercio, fe en el progreso, idea de la redención del ser humano por el conocimiento, acceso a una mayor felicidad merced a los avances técnicos y científicos - aquellos elementos en los que se había sustentado la sociedad europea del XIX) se quebraron. El proceso se aceleraría durante la guerra, cuando los frutos de ese progreso contribuyen al horror. A partir de ahí, el "imaginado jardín de la cultura liberal" fue vencido y quedó deshecha la relativa coexistencia pacífica europea de casi un siglo, "desde la batalla de Waterloo hasta la del Somme", en palabras de George Steiner.
Sólo así, tras un proceso traumático en el que la guerra cambia el mapa europeo (para Hauser, el siglo XX comienza realmente después del conflicto), deshace imperios, provoca revoluciones y propicia el ascenso y triunfo de ideologías totalitarias, se comprende el agitado discurrir del periodo siguiente, que coincide con el momento de mayor actividad de las vanguardias.
Tampoco hay que olvidar que la guerra condicionaría personalmente a muchos de los protagonistas de dichas vanguardias, bien porque la hicieron (Breton, Aragon, Cendrars, Brecht, Weiss), bien porque murieron en ella o inmediatamente después (Marc, Macke, Stramm, Sorge, Trakl, Apollinaire), o bien porque fueron desertores del conflicto, como ocurre con el grupo dadaísta, con Tristan Tzara a la cabeza.
La guerra agudizó también cierta idea de la inutilidad del arte por el arte, modalidad que ya no parecía tener sitio en la vida moderna. Es por eso por lo que una de las labores del creador iba a ser la de ponerse en contra de la lógica y la moral, el honor, la religión, la patria o familia, elementos considerados convencionalismos de un pasado rechazable.
España, pese a la neutralidad oficial, vivió gran agitación política y social que sacudió Europa como consecuencia de la Revolución rusa. El periodo culminante de las vanguardias coincidió con una nueva fase de cambios en España: el reinado de Alfonso XIII, una progresiva descomposición de los partidos dinásticos, y el distanciamiento entre la "España oficial" y la "España real". En 1921, el asesinato del presidente y la guerra de Marruecos aceleraron el fin del "turno pacífico" de partidos en el poder, propiciando la dictadura de Rivera a partir de 1923.
Todo esto tuvo reflejo en el mundo de la cultura y del pensamiento. Se tenía conciencia de las causas, de vivir un tiempo nuevo y de que ello afectaba al arte. Se producirá así un cambio de talante que afecta a los más variados órdenes de la vida.
Otro factor importante que influye en el origen y desarrollo de las vanguardias es el referido a los avances tecnológicos. Surgen los diferentes movimientos en un momento de avances vertiginosos -y desconcertantes- en distintos campos (cine, radio, aviones, armas, carros, etc.). Estos avances funcionan como origen de una nueva sensibilidad artística y como inspiración de una nueva iconografía, algo que también ocurre con respecto a la cultura urbana y los nuevos hábitos de vida característicos del siglo XX.

Sara Rodríguez
Sara Da Rocha

Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.