Se le considera la gran figura de la vanguardia en España. Nació en Madrid, hijo de un ilustre jurista, y estudió Derecho, pero desde muy temprano se sintió atraído por el periodismo. Siempre se manifestó como un iconoclasta con respecto a las artes y tendencias culturales y se mostró como un vanguardista de las vanguardias. Su obra se caracteriza por su arrolladora personalidad, hasta tal punto que creó un estilo conocido como el ramonismo, sinónimo de independencia, esteticismo y provocación. Es autor de más de cien libros de diferentes géneros, como novela, ensayo, cuento, teatro o artículo periodístico.
En 1915 Gómez de la Serna fundó la Tertulia sabatina del Café y Botillería de Pombo . El Café de Pombo, cerca de la Puerta del Sol, fue así uno de los sitios más célebres y concurridos del Madrid literario de la época. Era su hogar literario, donde podía exponer libremente sus teorías vanguardistas. Allí se daban cita Picasso, Pío Baroja, Azorín, Marañón y un largo etcétera de personalidades.
Se convierte también en el primer escritor radiofónico de España cuando, en 1930, la emisora Unión Radio instala un micrófono en su despacho, gracias al cual se dirigirá cada noche a sus oyentes.
Ideológicamente, Gómez de la Serna, que había profesado ideas libertarias en su juventud, se declaraba “al margen del honor y de la moral burguesa”. El estallido de la guerra civil le sorprendió en Madrid y figura en la lista de fundadores de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, pero durante la contienda terminará decantándose por el bando franquista. Su casa madrileña fue saqueada, desapareciendo todas sus pertenencias. En agosto de 1936, el escritor decide viajar a Buenos Aires, junto con su compañera Luisa Sofovich, escritora argentina hija de padres rusos
De su numerosa bibliografía, las obras más importantes son: "El Incongruente", "El Gran Hotel", "La Hiperestésica", "El Torero de Caracho". En "Los Muertos, las Muertas y otras Fantasmagorías" se recopilan consideraciones, construidas enteramente alrededor del tema de la muerte, ilustradas por toda una antología de epitafios. Hay que mencionar además: "Ramonismo", "Elucidario de Madrid", "La Nardo", "Policéfalo y señora", "Los medios seres" (obra de teatro), "Las escaleras", "¡Rebeca!", "El Cólera Azul", "Ismos", "Nuevos Retratos Contemporáneos", "Trampantojos" y su autobiografía "Automoribundia". Tiene también estudios sobre pintores, como Velázquez, El Greco, Juan Griss o Goya, y biografías de escritores (Quevedo, Lope, Valle-Inclán, Poe).
A Ramón Gómez de la Serna no se le puede incluir dentro de ningún movimiento concreto sino que toma rasgos del cubismo, del futurismo, del dadaísmo y del surrealismo. Su pensamiento artístico parte de la idea de que el mundo es un absurdo que sólo puede describirse en términos de humor, en muchas ocasiones con un toque de amargura. Veamos algunos caracteres que definen el ramonismo :
- Comparte con los movimientos de vanguardia la antipatía por la interpretación tradicional de la realidad; por tanto, en su obra adivinamos constantemente el deseo de romper con el arte anterior.
- Observa la realidad desde puntos de vista no habituales; de esa forma trata de provocar sorpresa.
- Elimina de sus obras el sentimentalismo a través del humor y la exaltación de aspectos divertidos de la vida.
- Mucho antes de que apareciera el surrealismo, practica el irracionalismo poético (asociación insólita de intuiciones, metáforas “delirantes”, etc.)
La principal aportación de Gómez de la Serna es la greguería, un género literario nuevo (empieza a utilizarlo hacia 1910) al que el autor definió con una igualdad matemática: Greguería=Humor+Metáfora. Se trata de apuntes breves que encierran una pirueta conceptual o una metáfora insólita.
Ricardo Senabre las ha clasificado en cuatro grupos:
• Basadas en una falsa etimología: “Bisabuelo parece querer decir una pareja de abuelos”
• Basadas en una paronomasia: “Cuando contamos por lustros nuestra edad es que queremos dar lustre a nuestros años"
• Basadas en la parodia de frases hechas: “¿De cuerpo presente? No. De cuerpo pretérito”
• Basadas en una dilogía: “El defecto de las enciclopedias es que padecen apendicitis”.
Las resonancias de los movimientos europeos de vanguardia llegaron a España de manera dispersa, durante la segunda década del siglo, sobre todo a través de la labor divulgadora de
Ramón Gómez de la Serna, quien desde revistas y tertulias actuó de embajador de las nuevas ideas estéticas. Conviene señalar algunos rasgos propios de la vanguardia española que la diferencian de la europea. Uno de ellos es la actitud menos radical y doctrinaria de los movimientos españoles, lo cual repercutió positivamente en la calidad de las producciones hispánicas. También se aprecia la influencia selectiva de las vanguardias, pues los españoles supieron escoger bien lo realmente valioso que aportaban las vanguardias en cuanto a renovación de la literatura. Por último, los españoles no renegaron del pasado ni de sus manifestaciones artísticas, sino que conciliaron la innovación propia de la vanguardia con la tradición anterior. Las corrientes europeas sufrirán una reelaboración hispánica, por lo que recibiran otros nombres (Creacionismo, Ultraísmo)
Sara Rodríguez
Sara Da Rocha
Fuentes:
Alonso, F. (s. f.) Las vanguardias. Recuperado de http://www.alonso-gonzalez.net/literatura/vanguardias.htm el 15 de diciembre de 2016.
Las vanguardias en España. (s. f.) Recuperado de http://aureliotrigueros.blogspot.com/p/las-vanguardias.html el 15 de diciembre de 2016.
Fernández López, J. (s. f.) Los moviemientos literarios de vanguardia. Recuperado de http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Generaci%C3%B3n%20del%2014/Los%20movimientos%20literarios%20de%20vanguardia.htm el 15 de diciembre de 2016.